La fura dels Baus
Es un grupo de teatro español creado en 1979 por Marcel·lí
Antúnez Roca, Carlus Padrissa, Pere Tantinyà, Quico Palomar y Teresa Puig.
Autodefinidos como grupo de teatro «de fricción» que busca un espacio escénico
distinto del tradicional, sus montajes y productos diversos han evolucionado
mezclando imaginación, morbosidad, performance, mecatrónica e instalaciónes de
gran espectacularidad, en un contexto dramático de creación colectiva.
La propia naturaleza de su trabajo, (que, como las antiguas
compañías que sirvieron a reyes y mecenas, no maneja otra ideología que la
subsistencia junto al mejor postor) hace de La Fura dels Baus una empresa
artística controvertida, de incontestable espectacularidad y fantasía. Frente a
un público generalmente entregado e incondicional, algunos críticos han
reprochado al colectivo cierta incapacidad para despertar sentimientos
(emociones positivas), más allá de las sensaciones elementales en las que desde
un principio se han mostrado como especialistas de talla universal. Quizá la
mejor respuesta a esas dudas estén en el recuerdo de su montaje del Ascenso y
caída de la ciudad de Mahagonny, a partir del libreto de Brecht, estrenada en
el Teatro Real de la capital de España, en otoño de 2010. Parece evidente que
La Fura dels Baus siempre tiene presente el tipo de monarca y de público ante
el que actúa.
Al comienzo de la segunda década de 2000, esta
compañía-empresa catalana estaba coordinada por cinco directores artísticos y
una nómina, entre actores, atletas, funambulistas, técnicos, diseñadores,
gestores, colaboradores, etc., de cientos de personas.
Orígenes
La Fura dels Baus, se fraguó como grupo de teatro urbano y
popular en la localidad catalana de Moià en los últimos años de la década de
1970, haciendo pasacalles y participando en fiestas y "entoldados".
El verano de 1979, sus cabecillas, Marcel.lí, Padrissa y Tantiñá, abandonaron
su pueblo de origen para conquistar Barcelona, primero, y más tarde el mundo.
Su nombre, intraducible, hace alusión a un hurón («fura»)
'supuestamente endémico' del torrente que cruza la localidad de Moiá, luego convertido
en vertedero de basura.
Entre los principales componentes del colectivo, a lo largo
de su existencia, pueden mencionarse los nombres de: Antunez, Padrissa,
Tantinya, Ollé, Espuma, Muller, Gatell, Jordi Arús, Hansel Cereza y Michael
Summers, Quico Palomar, Teresa Puig y Mireia Romero. Entre los colaboradores
más cercanos, citar al actor Eduard Fernández, ganador de un Goya por su
interpretación en Fausto 5.0.
En 2014, los cinco responsables titulares eran: Miki Espuma,
Pep Gatell, Jürgen Múller, Àlex Ollé y uno de los fundadores, Carlus Padrissa.
Trayectoria
Tras la "prehistoria" de pasacalles de feria
popular y disfraz de payaso, el grupo, evolucionando desde algunas tendencias
del teatro independiente, no muchas, desarrolló un estilo propio, que más tarde
se ha llamado "espectáculos de lenguaje furero". En él pueden
inscribirse la mayoría de los montajes del primer periodo, entre 1979 y 1990.
Poco antes, en 1989, había abandonado el colectivo uno de sus fundadores,
Marcel·lí Antúnez Roca.
Obra de teatro: Las troyanas
Un canto inmortal contra la guerra, contra las guerras, que
pasados 3.500 años sigue siendo totalmente oportuno. Este espectáculo,
codirigido por Jürgen Müller (La Fura dels Baus) e Irene Papas,
ofreció una valiosa relectura del clásico de Eurípides.
Las troyanas se representó por primera vez en Atenas el 415
a.c. y su tema, pasados casi 3.500 años, sigue lamentablemente de actualidad.
Después de una larga y cruenta guerra, el ejército ateniense ha derrotado al
troyano. La ciudad referente del Mediterráneo oriental ha sido destruida y los
vencedores se sortean a las mujeres vencidas, las troyanas, que se convertirán
en sus concubinas antes de regresar a Grecia. Este sorteo macabro obligará a
las mujeres, antes libres, a separse de sus hijos, de sus familias, y a decir
adiós a la tierra que defendieron sus hombres. Posiblemente en Las troyanas
encontremos algunos de los pasajes más estremecedores de la literatura trágica
griega.
Cuando Eurípides escribe Las troyanas, Atenas acaba de
invadir la pacífica ciudad de Melos, por la única razón de que ésta era aliada
de Esparta. Eurípides convierte su talento en un alegato contra la guerra y
contra los desmanes que propicia; hace suya la actitud más respetable que
podemos encontrar en un creador: la de actuar como vigía de la conciencia de
toda una sociedad. Por eso, y lamentablemente, cualquier relectura de este
clásico será valiosa, por encima de cualquier consideración.
La propuesta de La Fura dels Baus para esta obra inmortal
pasa por reflejar, a partir de un lenguaje escénico propio y ligado a los
tiempos, la misma inquietud que padecen los personajes de la obra, la misma
inquietud que llevó a Eurípides a escribir este canto contra la guerra, contra
las guerras, pasadas, presentes y futuras. La anécdota de Las troyanas nos
permite reflexionar sobre la condición humana como metáfora desde la que pensar
nuestros días, un tiempo marcado por el vacío.
Desireé Pombar Añón.
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