Un cuento de Navidad
Es una adaptación de Disney del famoso cuento de Dickens en el que el protagonista es el señor Ebenezer Scrooge, un hombre
avaro y tacaño que no celebra la fiesta de Navidad a causa de su solitaria vida
y su adicción al trabajo. No le importan los demás, ni siquiera su empleado Bob
Cratchit, lo único que le importan son los negocios y ganar dinero. Cuando van
a pedirle dinero para los pobres, Scrooge dice "¿No hay prisiones? ¿No hay
asilos?" y dice que, si la gente muere, se detendrá la sobrepoblación,
echando a la gente del sitio.
Una noche, en víspera de Navidad, Scrooge recibe la
visita de un fantasma que resulta ser el de su mejor amigo y socio Jacob
Marley, que muere siete años antes del inicio de la historia. El espectro le
cuenta que, por haber sido avaro en vida, toda su maldad se ha convertido en
una larga y pesada cadena que debe arrastrar por toda la eternidad. Le anuncia
a Scrooge que ya ha superado el conjunto de sus maldades, por lo tanto, cuando
muera tendrá que llevar una cadena mucho más larga y pesada. Entonces le
anuncia la visita de tres espíritus de la Navidad, que le darán la última
oportunidad de salvarse. Scrooge no se asusta y desafía la predicción. Scrooge
se duerme
Esa noche, Scrooge despierta y encuentra al Fantasma de
la Navidad Pasada, que irradia luz y que parece un niño, le dice que lo
acompañe, primero lo muestra como un niño solitario, que está solo en la
escuela todo el verano leyendo, luego, le muestra a su hermana Fanny, que va a
buscarlo para llevarlo a casa y juntos salen de ahí, el fantasma le recuerda
que murió al tener un hijo, su sobrino, Fred. Luego le muestra su aprendizaje,
a su maestro Fezziwig, a Dick Wilkins y a su novia. Luego le muestra una escena
triste, en la que su novia lo deja debido a que se había vuelto rico y ya no le
importaba la Navidad.
Finalmente, llega el Fantasma de las Navidades del
Presente que le hace ver al avaro la actual situación de la familia de su
empleado Bob Cratchit, que a pesar de su pobreza y de la enfermedad de su hijo
Tim, celebra la navidad, Scrooge le pregunta al fantasma si Tim sobrevivirá, el
Fantasma le dice que morirá, y dice que no importa, "pues detendrá la
sobrepoblación", avergonzando a Scrooge por su conducta. Luego el Espíritu
le muestra cómo todas las personas celebran la Navidad; incluso el sobrino de
Scrooge, Fred, celebra la Navidad de una manera irónica pero alegre (debido a
que los invitados no quieren la presencia del avaro). Al final, El Fantasma lo
lleva a un reloj donde Scrooge repara en una garra que sale de su túnica, el
Fantasma se la abre y revela a un niño y a una niña que son la Miseria y la
Ignorancia, cuando Scrooge les pregunta si no hay quien los cuide, el niño
pregunta "¿No hay prisiones?" y la niña pregunta "¿No hay
asilos?", el Fantasma envejece y muere rápidamente.
El Fantasma de la Navidad Futura, mudo y de carácter
sombrío, le muestra lo más desgarrador: el destino de los avaros. Su casa
saqueada por los pobres, el recuerdo sombrío de sus amigos de la Bolsa de
Valores, la muerte de Tim Cratchit y lo más espantoso: su propia tumba, ante la
cual Scrooge se horroriza finalmente e intenta convencer al espíritu de que
está dispuesto a cambiar si le invierte el destino. Al final, el avaro despierta
de su pesadilla y se convierte en un hombre generoso y amable.
El cambio lo vive el propio Scrooge cuando finalmente
celebra la Navidad, hace que un jovenzuelo le compre el pavo y lo envíe para su
empleado Cratchit sin dar a conocer quién lo mandó. Posteriormente sale a la
calle para saludar a la gente con una Feliz Navidad y entra en casa de su
sobrino Fred para festejar, causando asombro entre los invitados. Con respecto
a Cratchit, finge reprenderlo por su llegada tarde al trabajo; le da un aumento
de sueldo y va con él para ayudar a la familia y en especial a Tim en su
tratamiento de la enfermedad, lo que al final causa felicidad en ellos haciendo
memorable la frase del pequeño Tiny Tim: Y que Dios nos bendiga a todos.